En el varamiento de delfines ocurrido en diciembre de 2016, lideramos las labores de reintroducción detres Steno bredanensis o “delfines de dientes rugosos”, que vararon en playas de Cancún durante la mañana del día 19. De acuerdo con versiones de la prensa, hasta 20 animales pudieron ser registrados durante este evento de varamiento en grupo.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN, define al “delfín de dientes rugosos”, Steno bredanensis, como una especie tropical a subtropical, que habita las profundidades de los tres océanos principales (Pacífico, Atlántico e Índico). Se encuentran en muchos cuerpos de agua semi-cerrados (como el Golfo de Tailandia, el Mar Rojo, el Golfo de México, el Mar Caribe y el Golfo de California), pero se consideran visitantes en el Mar Mediterráneo. Su estatus de conservación es Least Concern (LC), lo que significa que es de preocupación menor, ya que sus poblaciones son abundantes.
"Rumbo al trabajo recibimos una llamada del Gerente de Protección Civil, que nos reportaba un varamiento de delfines en Cancún, en la playa del hotel Grand Caribe, para lo cual solicitaba nuestro apoyo. Percibí su nerviosismo y urgencia, dado que los delfines ya tenían varias horas en esta situación.
De inmediato nos comunicamos con nuestros compañeros de vigilancia y de fotografía que ya se encontraban en el hábitat de Delphinus Punta Cancún y les pedimos que se prepararan para salir al rescate de los mamíferos; lo hicieron con la mejor actitud.
Al llegar al área de playa del hotel, nos dirigimos hacia donde estaba varado uno de los delfines y de inmediato, mis compañeros lo rodearon para estabilizarlo y que descansara tras luchar contra el oleaje. Una vez que Abril, la MVZ, tuvo la certeza de que el delfín no estaba lastimado, pidió que lo llevaran a lo profundo para que pudiera nadar e irse. El oleaje era muy fuerte e impedía avanzar, además que había mucha resaca*, lo cual ponía en riesgo la integridad de todos.
Finalmente, tan pronto el delfín llegó a aguas profundas, nadó y se perdió de vista.
El siguiente estaba a 800 m. de distancia y era necesario llegar corriendo, aún con lo complicado que es correr en arena. Era un delfín pequeño y cansado. Al terminar de apoyarlo nos avisaron que había otro más en el área en la que habíamos estado antes, así que acudimos a él.
Una vez que ya no quedaban delfines varados, tomamos nuestras cosas y nos retiramos con la satisfacción de haber logrado una buena obra y una experiencia para contar.
Por fortuna muchas personas apoyaron, tanto autoridades municipales como huéspedes de los hoteles, y, sobre todo, el muy respetable Heróico Cuerpo de Bomberos; ellos llegaron desde muy temprano e hicieron todo lo posible por ayudar a los delfines varados. Los bomberos son unos verdaderos héroes de nuestra sociedad."
*El peligro real de las corrientes de resaca no es el ser arrastrado por ellas mar adentro, sino la forma en que la persona reacciona: muchos bañistas entran en pánico y tratan de nadar contracorriente, cansándose en seguida y hundiéndose.
"El participar en el rescate de los delfines varados en las playas de Cancún ha sido de las mejores experiencias que he tenido, ya que tengo la fortuna de trabajar en Delphinus Punta Cancún, en donde mi oficina es compartida con delfines. Curioso. Meses antes nos habíamos estado preparando para una situación como esta.
Al llegar a la playa del varamiento, noté que los miembros del cuerpo de bomberos se veían completamente agotados de intentar en vano regresar a los cetáceos al mar; aún así se podía sentir en ellos y en las personas cercanas la adrenalina y el afán de hacer lo que estuviera en sus manos por ayudar en su rescate.
La satisfacción de haber tenido en nuestras manos la vida de tan majestuosos e indefensos ejemplares y poder devolverlos al mar agudizó aún más en mi un sentido de protección no solo con ellos, sino con todos los seres vivos."
"Como parte de la familia Delphinus, siempre hemos estado en una constante capacitación por parte de los especialistas en cuidado animal, los cuales nos han formado en técnicas para manejo de delfines. Dichas habilidades nos fueron útiles durante los varamientos.
Sin embargo, aunque sabemos cómo interactuar día a día con los delfines bajo nuestro cuidado, esto resultó algo totalmente nuevo. Un delfín en vida silvestre es un tanto extremo ya que uno no sabe cómo puede reaccionar y más en un estado de peligro como en el que se encontraban aquellos.
Cuando entras en contacto con los delfines, lo único que quieres es ayudarlos, piensas muchas cosas mientras caminas hacia ellos, sobre cómo será su reacción, pero ellos estaban tan agotados que nos dejaron ayudarlos. Nosotros también nos agotamos, pero fue nuestro deseo de ayudar a los delfines lo que nos dio fortaleza.
Aprendimos que ayudar a estos maravillosos animales es algo único y nos llena de satisfacción saber que estamos preparados para cualquier otro acontecimiento de este tipo."